El
estar pendientes de la aprobación externa, nos vuelve inseguros y vulnerables.
Y el sentirnos inseguros de nuestra propia valía, nos hace más dependientes y
necesitados de la aprobación constante de los demás. Es un círculo vicioso, que
sólo puede romperse de adentro hacia afuera.
Si
nuestro interior es blando y vulnerable, nos apoyaremos en un armazón externo,
un exo-esqueleto que nos sostenga, creado a partir de la aprobación externa.
Si
en cambio, dejamos crecer en nuestro interior un sostén fuerte y flexible, un
esqueleto interno de autoconfianza, no nos desmoronaremos cuando nos retiren la
aprobación externa. Dejaremos de depender de los demás para que nos provean elementos
para nuestro sostén.
Con
confianza interna podemos mantenernos firmes y erguidos, por nosotros mismos.
Contamos con nuestros propios recursos y centros de apoyo. Podemos echar raíces
fuertes y profundas, que nos mantienen arraigados durante las dificultades.
La
seguridad interior aparece cuando nuestra autoestima es lo suficientemente alta
como para seguir queriéndonos y confiando en nosotros mismos, más allá de lo
que opinen los demás. O independientemente de cuántas personas estén de acuerdo
con nosotros.
La
aprobación exterior es siempre cambiante, como las mareas. Lo que no debemos
permitir es que estos vaivenes nos afecten al punto de hacernos declinar de
nuestros sueños e ideales.
Por
eso, es de fundamental importancia trabajar en el fortalecimiento de nuestra
imagen interior, en cómo nos vemos a nosotros mismos. Qué tanto conocemos y
confiamos en nuestras capacidades, ideas, talentos y realizaciones.
En
la medida en que aprendemos a confiar y a dejarnos llevar por nuestra intuición
y capacidad, podemos sentirnos más seguro de las decisiones que tomamos. El
depender constantemente de consejos y guías externos no hace más que fortalecer
nuestra idea de que no somos capaces de tomar buenas decisiones por nosotros
mismos.
Las
personas que alcanzan una autoestima elevada, basándose en la confianza de sus
capacidades y recursos, pueden recurrir a consejos y consultas externas, pero la
última palabra la tienen ellos mismos. Pasan por el filtro de su propia
experiencia e intuición todas las opciones, y eligen la que más les conviene.
Saben que pueden equivocarse, pero el error no los desalienta, sino que lo
suman como aprendizaje para la próxima vez.
Andrea García Moral -
counselor
ENFOQUE AL SER – Consultoría psicológica del Enfoque Centrado en
la Persona
Consultas: enfoquealser@gmail.com
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