jueves, 23 de junio de 2016

Vivimos en base a recuerdos fragmentados



Muchas veces vivimos situaciones como fijas o inamovibles en nosotros mismos, y que no logramos cambiar.

Ocurre que vemos solo una parte de la fotografía personal, y el resto permanece oculto, como si no existiera. Y vivimos en base a esa historia de recuerdos fragmentarios.

Sin embargo, sentimos un malestar que nos guía a seguir buscando respuestas. No sabemos qué, pero intuimos que algo falta.

Cuando sentimos ese malestar, es porque nos estamos negando  información valiosa para poder desplegarnos como seres libres y auténticos.

Pero muchas veces esta parte oculta no se nos revela  por más que insistamos en ello, buscando por distintos métodos y terapias. Esto puede ocurrir por varias razones: puede que aún no sea el momento adecuado, que nos falten vivir algunas experiencias más para poder darle sentido pleno a lo que descubramos. Puede que nos falte madurar, sufrir o amar un poco más. Pero también puede ser que no nos sintamos seguros en el ambiente donde buscamos explorar lo oculto, y por  sana preservación interior el velo aún no se corre.

Desde Enfoque al Ser, procuramos brindar un ambiente de empatía, seguridad y confianza, enriquecido con la amplificación simbólica de la orientación junguiana, para favorecer el desarrollo de la intuición y escucha interior del consultante, herramientas fundamentales para su desarrollo personal, junto con el fortalecimiento de la confianza y la autoestima.

Con esas herramientas a su alcance, es el propio consultante quien decide en qué momento hablar de esa escena, hecho o persona que hasta entonces permanecía en sombras. Es ese cosquilleo inconfundible, esa voz interior que le susurra “ahora, decilo ahora, no tengas miedo”, el que lo mueve a dar el primer paso.

Sostenido por la confianza y seguridad y basándose en su afinada intuición y escucha interior, finalmente se produce la conexión esperada entre el que busca y el que encuentra. El que tiene algo para decir y el que está dispuesto a escuchar. Ambos son aspectos internos  que conviven dentro de la misma persona: el consultante.

Desde su Yo profundo ya sabe que llegó el momento de correr el velo, porque  está listo para comprender y ser libre.

Cuando se descubre la escena completa aparece mucha información faltante: más sucesos, más personajes, más historia. Y muchas veces, lo que creíamos era de una forma, resultaba de otra totalmente distinta e insospechada.

Es encontrarse con esas situaciones del pasado ¡que no necesariamente tienen que ser dolorosas!

He presenciado revelaciones maravillosas, donde lo que se descubría no era algo terrible sino todo lo contrario, una escena inimaginable de liberación y amoroso cuidado.

Parece contradictorio, pero no lo es. Les asombraría saber cuántas veces sufrimos porque nos negamos el ser felices, o creativos, o distinguirnos por algún talento especial, respondiendo a un registro vivencial profundo de que ser así sería muy peligroso ¡y que seguramente en algún momento lo fue! Pero ese registro grabado se mantuvo activo y repitiéndose, aun cuando las circunstancias hubieran cambiado.

También hay historias dolorosas, algunas que pueden ser sanadas al resignificarse, y otras que aún permanecerán en el olvido. Es fundamental confiar siempre en el carácter de autopreservación de la psique. 

Todo tiene un sentido de ser, manifestarse, e incluso de ocultarse. Y también su momento para mostrarse y revelarse.

Está en nosotros decidir movernos hacia la propia escucha interior y hacia nuestra auténtica libertad.

Andrea García Moral  - counselor

ENFOQUE AL SER – Consultoría psicológica
Facilitación de procesos de cambio y desarrollo personal, desde el Enfoque Centrado en la Persona y el Pensamiento Junguiano.

Consultas: enfoquealser@gmail.com
www.enfoquealser.blogspot.com.ar

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