Muchas
veces vivimos situaciones como fijas o inamovibles en nosotros mismos, y que no
logramos cambiar.
Ocurre
que vemos solo una parte de la fotografía personal, y el resto permanece
oculto, como si no existiera. Y vivimos en base a esa historia de recuerdos
fragmentarios.
Sin
embargo, sentimos un malestar que nos guía a seguir buscando respuestas. No sabemos
qué, pero intuimos que algo falta.
Cuando
sentimos ese malestar, es porque nos estamos negando información valiosa para poder desplegarnos
como seres libres y auténticos.
Pero
muchas veces esta parte oculta no se nos revela por más que insistamos en ello, buscando por
distintos métodos y terapias. Esto puede ocurrir por varias razones: puede que
aún no sea el momento adecuado, que nos falten vivir algunas experiencias más
para poder darle sentido pleno a lo que descubramos. Puede que nos falte
madurar, sufrir o amar un poco más. Pero también puede ser que no nos sintamos
seguros en el ambiente donde buscamos explorar lo oculto, y por sana preservación interior el velo aún no se
corre.
Desde
Enfoque al Ser, procuramos brindar un ambiente de empatía, seguridad y
confianza, enriquecido con la amplificación simbólica de la orientación
junguiana, para favorecer el desarrollo de la intuición y escucha interior del
consultante, herramientas fundamentales para su desarrollo personal, junto con
el fortalecimiento de la confianza y la autoestima.
Con
esas herramientas a su alcance, es el propio consultante quien decide en qué momento
hablar de esa escena, hecho o persona que hasta entonces permanecía en sombras.
Es ese cosquilleo inconfundible, esa voz interior que le susurra “ahora, decilo
ahora, no tengas miedo”, el que lo mueve a dar el primer paso.
Sostenido
por la confianza y seguridad y basándose en su afinada intuición y escucha
interior, finalmente se produce la conexión esperada entre el que busca y el
que encuentra. El que tiene algo para decir y el que está dispuesto a escuchar.
Ambos son aspectos internos que conviven
dentro de la misma persona: el consultante.
Desde
su Yo profundo ya sabe que llegó el momento de correr el velo, porque está listo para comprender y ser libre.
Cuando
se descubre la escena completa aparece mucha información faltante: más sucesos,
más personajes, más historia. Y muchas veces, lo que creíamos era de una forma,
resultaba de otra totalmente distinta e insospechada.
Es
encontrarse con esas situaciones del pasado ¡que no necesariamente tienen que
ser dolorosas!
He
presenciado revelaciones maravillosas, donde lo que se descubría no era algo
terrible sino todo lo contrario, una escena inimaginable de liberación y
amoroso cuidado.
Parece
contradictorio, pero no lo es. Les asombraría saber cuántas veces sufrimos
porque nos negamos el ser felices, o creativos, o distinguirnos por algún
talento especial, respondiendo a un registro vivencial profundo de que ser así
sería muy peligroso ¡y que seguramente en algún momento lo fue! Pero ese registro
grabado se mantuvo activo y repitiéndose, aun cuando las circunstancias hubieran
cambiado.
También
hay historias dolorosas, algunas que pueden ser sanadas al resignificarse, y
otras que aún permanecerán en el olvido. Es fundamental confiar siempre en el
carácter de autopreservación de la psique.
Todo
tiene un sentido de ser, manifestarse, e incluso de ocultarse. Y también su
momento para mostrarse y revelarse.
Está
en nosotros decidir movernos hacia la propia escucha interior y hacia nuestra auténtica
libertad.
Andrea
García Moral - counselor
ENFOQUE AL
SER – Consultoría psicológica
Facilitación
de procesos de cambio y desarrollo personal, desde el Enfoque Centrado en la
Persona y el Pensamiento Junguiano.
Consultas: enfoquealser@gmail.com
www.enfoquealser.blogspot.com.ar
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