crédulo, la
- adj. y s. Que se cree
cualquier cosa con facilidad:
es una persona muy crédula e inocente.
Aplicada a un niño la definición del
diccionario suena encantadora. En un adulto, no deja de tener un gustito a “es
un tonto o una tonta”.
Yo siempre fui y soy bastante crédula. Aunque
a veces logre disimularlo. A fuerza de ridículos y desilusiones varias (algunas
dolorosas e incluso peligrosas), aprendí
a no ser tan crédula, o por lo menos parecerlo. Como también soy bastante
inteligente, la combinación era complicada.
De adolescente me volví más distante (esperando a captar si me estaban tomando el pelo o no), más sarcástica, a veces incluso muy aguda e hiriente. O sea, que también así quedaba fuera del círculo social. Por suerte me tenía a mí misma. Una virginiana brillante, pero tímida, insegura y por suerte, o por desgracia, muy intuitiva e introvertida. Actualmente a veces logro ser más desconfiada, y es útil para preservarme, pero sólo a veces.
De adolescente me volví más distante (esperando a captar si me estaban tomando el pelo o no), más sarcástica, a veces incluso muy aguda e hiriente. O sea, que también así quedaba fuera del círculo social. Por suerte me tenía a mí misma. Una virginiana brillante, pero tímida, insegura y por suerte, o por desgracia, muy intuitiva e introvertida. Actualmente a veces logro ser más desconfiada, y es útil para preservarme, pero sólo a veces.
El hecho es que fui y soy crédula por
naturaleza. Mi primer impulso cuando alguien me cuenta algo es creerle. Es
automático e inevitable. A veces se me nota, a veces no. Así que, durante casi
43 años anduve por la vida sintiendo que ser crédula era un terrible defecto
que debía corregir y superar.
Sin embargo, en el transcurso del ejercicio
de mi profesión de counselor desde el Enfoque Centrado en la Persona, o también
podría decir, Brindando Servicios de Escucha Empática Profunda y Profesional,
llegué a darme cuenta, gracias a la devolución de una querida colega, que en
realidad yo soy muy buena profesional PORQUE YO LE CREO AL CONSULTANTE. De
corazón y profundamente le creo. Y eso el consultante lo siente, lo recibe y le
ayuda notablemente.
Y sí. Es así. Yo le creo. Todo lo que me
cuenta. Lo más maravilloso y también lo más terrible. Lo que parecería de locos
o hechos más propios de Hollywood que de la vida real. Sí, sí, y sí. Yo le
creo. Y para mí no hay dudas. Todo tiene un maravilloso sentido en su relato,
en su historia. Y lo mejor de todo es que me sale naturalmente, fluye en mí. No
es una postura ni una técnica. No es algo que deba aprender, pulir, o apropiarme
de ello. Es innato. Soy crédula por naturaleza. Y para el ejercicio de mi profesión, lo que parecía un defecto en mí,
resultó ser un don.
Soy yo. Soy así. YO LES CREO A LAS PERSONAS
CUANDO ME CUENTAN SUS COSAS. No les busco segundas intenciones o significados
ocultos. No armo una historia paralela acerca de cómo deberían ser los hechos,
ni busco confrontarlos ni corregirlos.
Lo que el consultante me cuenta, es.
Y no por ser crédula soy ingenua o naif, o
una profesional light o irresponsable. No, en absoluto. No es una cuestión de fe
de lo que hablo. Porque también soy profundamente responsable, con una firme
convicción en lo que hago, con un profundo conocimiento teórico que sustenta y
contiene mi estar presente, y se verifica y confirma cada día en el ejercicio
de mi trabajo.
Esa también soy yo. Blanda y firme a la vez.
Suave pero segura. Serena, cálida y profunda.
Yo te creo. Todo lo que me cuentes lo creeré.
Y todo lo que calles lo respetaré. Sin apuros ni presiones pues la brújula es
tuya, no mía. El navegante sos vos. Yo siempre estaré con una presencia activa,
sostenida y segura. Adonde quieras ir te seguiré. A las profundidades que
quieras bucear, en los laberintos que quieras recorrer. En la cueva oscura y
peligrosa del pasado o en busca de tesoros escondidos. Y también cuando desees
dejar de nadar y hacer la plancha. Allí estaré, tomándote siempre de la mano,
hasta que vos decidas soltarme. Pues me impulsa la confianza en la profunda
sabiduría de todo ser humano, y en la vida.
Yo te creo. Te comprendo. Y te acompaño.
¿Te interesa? ¿Te gustaría probar qué se
siente que alguien te acompañe, te escuche y te crea de esta manera?
Andrea
García Moral – counselor
ENFOQUE AL
SER - Los mejores recursos están en vos
El Enfoque
Centrado en la Persona dentro de
una Cosmovisión Junguiana.
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