Nos
pasamos la vida buscando afuera lo que ya traemos dentro. Nuestra propia luz que
hace brillar nuestros dones e ilumina nuestro camino.
Pero
muchas veces nos perdemos en un laberinto de espejos, persiguiendo metas ajenas
(tomadas como propias) cuando seguimos ilusiones proyectadas por nuestra falta de confianza en nosotros mismos.