Es
muy interesante siempre lo que sale en los talleres de Empatía, sobre todo a
partir de las dinámicas vivenciales, pues son temáticas que nos atraviesan a
todos.
Por
ejemplo descubrimos con qué facilidad nos enojamos o molestamos con las
personas que se ponen en víctimas. Es una reacción muy generalizada y
difícilmente evitable a pesar de nuestra predisposición a escuchar, si es que
no estamos profundamente entrenados.
Y
es que el enojo que sentimos proviene
básicamente de una profunda sensación de impotencia, que nos termina
produciendo malestar y desagrado.