jueves, 27 de agosto de 2015

El sueño del mago / Ánima y Ánimus





El sueño del mago /  ( o la relación Ánima y Ánimus )

“Él tenía el oído derecho y la boca de metal, ya que podía entender y hablar todas las lenguas del mundo. Era un famoso mago que se enamoró de una hechicera, quien tenía la magia necesaria para curarlo, y el amor. La hechicera no sabía su nombre, pues debía ser nombrada por el mago. Pero él no podía besar, ni mucho menos nombrarla. Para ello debía ser redimido por la hechicera.
Entonces ella lo acercó a su pecho desnudo para que oyera los santos sonidos de la vida, la sangre y el aliento penetrando en los pulmones.
Y él pudo oír, y su oreja se hizo carne.
Entonces pudo ver luz, la luz verde que brotaba del interior del pecho de su amada.
Y entonces sus labios se hicieron carne para darle su nombre.
Al oírlo ella se iluminó y repitió su nombre y el del mago.
Y se entregó con profundo amor.”

Andrea García Moral. 2007

Imagen:  Santiago Carbonell, “Reencuentro de media tarde”.



Les comparto este sueño que tuve en enero del 2007, luego de haber terminado mi primer año de Formación en Pensamiento Junguiano en el Centro Junguiano Fundación Vínculo, y con muchas ganas de comenzar el segundo. Por ese entonces, yo venía con muchas inquietudes y preguntas aún sin respuesta acerca del misterio del ánimus (término utilizado por el Dr. Carl Jung para referirse al arquetipo que representa lo masculino inconsciente en la psique de las mujeres (ánima es lo femenino inconsciente en el hombre).

Esta transcripción del sueño es al mismo tiempo un producto de Imaginación Activa (otro término acuñado por Jung, para referirse a aquella actividad donde por medio de expresiones tales como escritura, pintura, dibujo, danza, teatro espontáneo, etc., dejamos a la imaginación expresarse libremente, permitiéndole a lo inconciente seguir ampliando y enriqueciendo su mensaje de sueños o fantasías).

Por tanto, al estar aún semi dormida (casi diría en un estado hipnopómpico: intermedio entre el sueño y la vigilia), dejé que mi mano escribiera sin filtro lo que recordaba del sueño, incluso utilizando un estilo y palabras poéticas que nunca uso cuando anoto mis sueños. Es por eso, que al escribirlo casi dormida y sin ánimo de frenar o corregir las palabras que iban apareciendo por sí solas, las imágenes del sueño se funden con el texto, acentuando su carácter simbólico.

En un principio, y por un par de años, fue simplemente “El sueño del mago”. Un sueño más en un cuaderno de sueños.

Cuando años después me apliqué a la investigación acerca del ánimus para mi trabajo monográfico, encontré en este sueño mucho más.

 Pienso que terminó siendo una bella expresión de la interrelación entre los arquetipos del  ánima (Eros, lo Femenino inconsciente) y el ánimus (Logos, lo Masculino inconsciente).

Por lo menos, así me lo parece a mí. Y me gusta.


Andrea García Moral
Counselor en ENFOQUE AL SER

El Enfoque Centrado en la Persona, desde una mirada Junguiana.

enfoquealser@gmail.com

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