El sueño del
mago / ( o la relación Ánima y Ánimus )
“Él tenía el
oído derecho y la boca de metal, ya que podía entender y hablar todas las
lenguas del mundo. Era un famoso mago que se enamoró de una hechicera, quien
tenía la magia necesaria para curarlo, y el amor. La hechicera no sabía su
nombre, pues debía ser nombrada por el mago. Pero él no podía besar, ni mucho
menos nombrarla. Para ello debía ser redimido por la hechicera.
Entonces
ella lo acercó a su pecho desnudo para que oyera los santos sonidos de la vida,
la sangre y el aliento penetrando en los pulmones.
Y él pudo oír,
y su oreja se hizo carne.
Entonces
pudo ver luz, la luz verde que brotaba del interior del pecho de su amada.
Y entonces
sus labios se hicieron carne para darle su nombre.
Al oírlo
ella se iluminó y repitió su nombre y el del mago.
Y se entregó
con profundo amor.”
Andrea García
Moral. 2007
Imagen: Santiago Carbonell, “Reencuentro
de media tarde”.